El Sendero de la Espiritualidad
Encrucijada
Este es el comienzo de la lucha entre el pensamiento lógico, basado en hechos concretos, y la fe, que todavía no nos ha podido mostrar hasta donde nos puede conducir, y que, sin embargo, lo sentimos como una fuerza que nos dirige desde nuestro interior.
A lo largo de esa lucha habrá momentos en que estemos tentados de abandonarlo todo y regresar a lo conocido y supuestamente seguro, que era nuestra antigua manera de vivir, pero aun así el conocimiento de nuestro verdadero ser es más fuerte que las dudas y ya sentimos que no podemos ni debemos volver atrás.
Cuando estamos en medio de esa confusión siempre aparece alguien que nos conduce de su mano, un guía espiritual, alguien en quien confiar lo que estamos sintiendo y que ya ha recorrido por esos tortuosos caminos del alma humana.
Ese guía espiritual puede ser un amigo, un profesor, un médico, un terapeuta, un mentor, un coach, pero por sobre todas las cosas, debe ser alguien que tenga ascendencia sobre nuestra persona y que haya vivido estas experiencias tan profundas.
La misión del guía será mostrarnos dónde está la luz, darnos la mano y ayudarnos a que nuestros ojos puedan verla, y acompañar a cierta distancia nuestro recorrido.
Nos mostrará la importancia de que cada ser humano esté parado y se desplace con sus propios pies.
Luego cada uno de nosotros verá su propia luz interior.
El verdadero guía espiritual es el que señala el camino, no el que genera una relación de dependencia, que es peor que la situación que vivíamos antes de iniciar la búsqueda.
No debemos olvidar que el poder está dentro de cada uno de nosotros y no depende del mundo exterior. Por eso es tan importante elegir adecuadamente quién va a orientarnos a encontrar las respuestas a nuestros interrogantes.
Las respuestas deben ser las propias. No debemos otorgarle a esa persona el derecho de juzgarnos y con esa actitud opacar nuestra luz, pues luego sobreviene inevitablemente la impotencia y la desesperación por no encontrar el rumbo apropiado en la vida,
La verdad tiene que ser la nuestra, la que está hecha a nuestra medida y que no podemos intercambiar con la verdad de otra persona.
Los verdaderos guías espirituales o maestros nos ponen ante situaciones en las que nos vemos obligados a aprender.
En el camino de la trascendencia es difícil enseñar, aunque todos podemos aprender, si así nos lo proponemos.
Los maestros tienen muy claro que pueden trasmitir información, pero no el conocimiento. Cada uno de nosotros debe adquirir el conocimiento con su propia vivencia.
De esta manera, cuando uno está frente a un verdadero maestro, lo que puede aprender es a enfrentarse a los desafíos existenciales y buscar las respuestas más adecuadas para estas situaciones.
Este es el caso de mi vida y que en el próximo post se los revelaré y ustedes mismos se darán cuenta lo importante que es el tener a alguien quien te oriente en este camino del ser Humano y que muchos hemos perdido la orientación y no sabemos Quienes somos, Qué hacemos aquí, y hacia dónde vamos y desde ese primer paso tu alcanzarás el conocimiento o conciencia y empezarás a experimentar tener contacto llámalo Mente maestra, Universo como tu quieras… yo la llamo: Sabiduría Divina, Dios Todopoderoso, Espíritu Santo, ser orientado desde el plano espiritual y conocer verdaderamente aquel que dice: “Yo soy el camino”, Yo soy la verdad”, y Yo soy la vida”, que sin mí no podéis ir al Padre.
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en el fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (Colosenses 1: 15/16).
"Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3).
Si crees que te puedo ayudar contactame
Celular. +57 310 720 3481
cartagena Colombia
Tu Amigo.
Guido Antonio Arnedo Maury
Life Coach
Director de la Escuela de Formacion Hombres y Mujeres de Valor en Acción
